Solitario, deprimido, cobarde… como un acorde sin oyente. Un acorde alegre que podría alegrar al espectador pero que sin la presencia de ese oyente se sentía solo, aun sabiendo que el propio acorde estaba compuesto por varias notas. Oteando entre el silencio un asistente sonrió al conseguir distinguir al acorde que comenzó a sonar eufórico.
Nota de Viuuuu: tanto la introducción como el relato suman cada uno 55 palabras ;)
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