-Hija, no hagas eso…-…
-¡¡Gabriela, ya basta!!
Lo azotó hasta despedazarlo. Empezó a olerlo. Lo lamió.
-¡Por favor, Gabriela, no te lo comas!- Finalmente lo mordió y su madre calló los sollozos. La niña jadeaba mientras arrancaba la exquisita carne de sus huesos. Entonces recogió lo que quedaba y fue a enterrar al gato.
3 comentarios:
hmmm que puede decir alguien que tiene una imaginacion grafica...
AAAAAAAGGGGGHHHHHH!!!!
Solo espero que no este basado en un suceso real :o
jeje, afortunadamente no
no esta mal, enhorabuena, pero quiza es algo predecible el texto.
saludos. es una critica constructiva...
Publicar un comentario