¿Reinicio?

¡Hola a todos!
Os propongo continuar con el espíritu original del blog para crear microrrelatos. ¿Os animáis?

2014

2 núbiles doncellas aparecieron este año en mi vida: la soledad y la compañía.
0 desposo a la compañía y de amante tengo a la soledad, ó…
1 de estos días –no queda otra– reúno a los involucrados, cojo mi pistolete y acabo con los…
4 o sea: la soledad, la compañía, tú y yo.

Beto

En el fisioterapeuta

-Tiene una contractura horrorosa en el hombro. Duele, ¿verdad?

Estos esfuerzos son nefastos a su edad. Cuide su salud.

No niego que queda preciosa allá arriba, por la noche.

Pero dígame, señor Dionisos, ¿no podría haber invitado a cenar a Ariadna, en vez de de lanzar su Corona Boreal al cielo?

Ale, túmbese en la camilla.

Amnesia temporal

La frágil violeta despertó llena de espinas adosadas a su cuerpo.

Levantó la cabeza hacia su vecino aloe. Pero estaba ocupado hidratándose. No reparó en ella. Era bajita.

Increpó al cactus. Pero él ni la oyó. Era tan calladita.

Su vecina la rosa lo aclaró:

-¡Enhorabuena! ¡Ha funcionado el curso de defensa personal del gimnasio!

Informe del ciberoperario R12-73

El paciente más preocupante es el 1605. La medicación no funciona. Delira con palabras incomprensibles como "acémila" o "fermosa". No está en redes sociales. No sabe twitear. No lleva ningún gadget tecnológico.

Estas patologías lo sitúan como alienígena.

Pero, ¿de qué planeta ha venido? ¿Alguien lo conoce?

Habla de gigantes. Responde al nombre de Sancho.

Cosas de la edad

-Papá, ya no me sientan bien las fiestas, ni el botellón, ni trasnochar. ¿Qué pasa?

-Cosas de la edad, hijo. Te haces viejo. Son casi las doce de la noche. En nada te sentarás en una terraza con el café y el periódico.

El señor Domingo sonrió, mientras su hijo Sábado luchaba contra la resaca.

Nuez

Le arrancaron al sauce su pequeña cáscara de nuez, la más querida. Dijeron que estaba vacía, que no crecería, que le haría daño. Desde entonces el sauce llora la tierra. Sueña que, a golpe de lágrima, la tierra se enternezca y un día le regale un nogal llorón.

El fin del barrio

Su jardín, marchito y olvidado, iba parejo al de sus vecinos. Los bloques de hormigón de moda habían apagado el ambiente de antaño.
Apenas salía ya nadie de noche.
Y lo peor era lo último. Eso estaba matando el vecindario. Ya casi no se mudaba nadie.
El zombie sacudió tristemente la cabeza. Cremación! Malditas modas!

El fuego que no se extingue

Llorando su muerte, ella rodeaba las cenizas, inyectándole calor, protegiéndolo del olvido. Luchó durante horas.
-Vive de nuevo. Te quiero.
Chispas tímidas comenzaron a brotar del cadáver. Jubilosa, ella las besaba.
Sorprendido por su propia resurección, el Fénix abrió sus alas, llenándolas de nueva sangre. A sus pies yacía una infeliz luciérnaga, muerta de amor.

Saltando a facebook

Cada dia usamos mas las redes sociales, y son muy comodas para de un vistazo ver todas las novedades de amigos, eventos, grupos...

55 palabras no podia ser menos, y ahora ademas del blog principal (este que estas leyendo en 55palabras.blogspot.com) hemos creado una pagina en facebook.

Busca 55 palabras en facebook y añadenos a tus favoritos. Asi, en cuanto aparezca un nuevo relato lo tendras al momento en tu muro :)

Recuerda que alli solo apareceran los ultimos relatos! Para leer (o releer) los mas antiguos pasate por el blog ;)

Desorden

Aquello era el caos: doncellas tirando del pelo a las hadas, caballeros escupiendo a las hijas del rey... y las comadres riéndose del marido celoso.
-¡Maldito viento londinense!- dijo Shakespeare recogiendo sus desordenados papeles del suelo.

Tenia ganas de jugar

-Hija, no hagas eso…

-…

-¡¡Gabriela, ya basta!!

Lo azotó hasta despedazarlo. Empezó a olerlo. Lo lamió.

-¡Por favor, Gabriela, no te lo comas!- Finalmente lo mordió y su madre calló los sollozos. La niña jadeaba mientras arrancaba la exquisita carne de sus huesos. Entonces recogió lo que quedaba y fue a enterrar al gato.

Adios

El aliento de ella era dulce. El aliento de él era amargo y corrosivo.
-Adiós...
-No te vayas
Lágrimas en sus ojos. En todos sus ojos.
-No pertenezco aquí. No sabría permanecer aquí.
Bajó la mirada y sintió todos sus brazos acariciarla.
-Te amo
Se marchó dejando en ella manchas azules.

Amor fatal

- Beto. Te extraño tanto.
- Yo a ti, recordando nuestros encuentros.
- Sí, pero siempre..huyes de mi.
- Me haces sentir especial.
- Lo eres. Beto…quiero tener un hijo tuyo.
- Preciosa...NO!
- Entiendo. Entonces, te quiero a ti, a tiempo completo.
- Así sea.
Y la muerte... se llevó a Beto.

Esperando la ayuda

- Papii.. no te vayas.
- Lo siento..tengo que trabajar
- Papi… por fas.
- No puedo cariño.
- Está bien pero llévate mi cornetita, solo soplas si necesitas mi ayuda… no lo olvides.
- Ya cariño.
Noticiaaa!
“Fue hallado muerto en su auto, el alcalde de esta ciudad, lo extraño es que tenía una cornetita de juguete en su boca…”

Trabajos de tejedora

Apenas había amanecido. Observó un momento el tapiz, y empezó a trabajar.
Lo hacía sin dificultades, hilo aquí, nudo allá… con precisión geométrica.
Trabajo agotador, pero… ¡Qué remedio! ¡Hay que comer!
Por fin estaba terminado. Justo a tiempo. Era una tejedora muy buena, y la primera mosca del día se acercaba zumbando a su trampa.

Por un golpe tonto

Vamos, es tardísimo. PAFFF!!! Noooo!! ¿porqué a mi? Siento mis entrañas desmembrarse… siento mi respiración cada vez más débil, siento mi vida apagarse… no quiero morir así!!.. no quiero que me encuentren desnudo… no quiero que me encuentren muerto, desnudo…mal día para romperme las costillas… al filo de la bañera.

Recuento

Tsanchi, un pobre nativo ciego espera a su hijo, único sustento, que fue a “protestar” Perdió la vista por el alcohol, dedicose a beber por su esposa violada, eso dicen, Tsanchi no lo creyó. Hoy leo en el diario: “15 nativos mueren tras la protesta contra el gobierno” Error, fueron 16, Tsanchi acaba de envenenarse.

Cruce de líneas

Abrió los ojos y encontró una isla paradisíaca. Enseguida descubrió que no estaba sólo: el vuelo 815 se había estrellado y los supervivientes vagaban desorientados.
Pero no era el sitio ideal para unas vacaciones. Terminó cansándose del caos: humos negros, osos polares, escotillas escondidas...

-Me voy de aquí. Están locos estos Perdidos. Sayonara- pensó Hiro.

Nuevos vecinos

Hace unos dias que llegaron los nuevos vecinos.
Siempre visten de negro, siempre frenéticos,
parlotean sin parar entre viajes constantes.
Vienen con lo puesto, ligeros de equipaje.
No puedo dejar de ver sus idas y venidas:
soy un vecino fisgón, pero no les importa.
Este año, junto a mi ventana,
estan anidando las golondrinas.

Eres Agramatical

Soy gramática, pero tú eres agramatical. Es inútil tratar de medirte, investigarte, explicarte. Eres agua entre mis manos. Eterno rebelde, te alzas en armas. Huyes de las reglas, pisoteas la caligrafía y sus cadenas.
Quiero abrazarte, pero no puedo abarcarte.
¡Amor disléxico! Déjame diseccionarte.
Sólo así podré escribir tus letras.

La sombra del dia

A la sombra del día, moría. Con su botella se extinguían los ecos, despertaban los cuervos. Amargaba el puñal de cuarenta años de visiones. En la noche de fiebre, se ahogó. Su corazón nunca delató su sentencia: que aquel gato negro estaba condenado a maullar por la leyenda. Pues Edgar era culpable de inmortalidad.

Sabía quien era

Noche tormentosa en Brooklin, cuando ocurrió todo. La señora Morris vivía en un apartamento sola con su gato y esa noche alguien la mató. Entonces, llamaron al detective .Llerman tomó huellas. Alguien inculpó al detective y lo llevaron a juicio.
Le hicieron preguntas, hasta que confesó. ¡Que sorpresa cuando el detective dijo que fue el!

No quiero perderme

Se miró al espejo y murmuró “No quiero perderme”
“¿Dónde?” preguntó la madre.
En la casa del otro lado” susurró.
La madre se volvió para abrirle la cama. “Tonterías” dijo. Nadie respondió.
Se dio la vuelta. La niña no estaba.
Nunca volvió, excepto alguna rara vez, en el reflejo de un espejo.
“No quiero perderme.”

¡No me mires!

“¡No me mires así!” chilló, y con sus tijeras arrancó el único ojo restante.
Thump. La muñeca ciega le devolvió una mirada vacía. Chilló de rabia.
Thump. Desde arriba, decenas de muñecas igualmente mutiladas, igualmente ciegas, observaban en silencio.
Thump. Abajo, en la sala, su madre se golpeaba con las paredes.
Desesperada. Mutilada. Ciega.
Thump.

Olvidaderos

Un día más pienso en la carga que mi familia ausente dice que soy.
En el asilo hay muchos como yo.
Un día más, la misma rutina.
Ahora me levanto, ahora me aseo, ahora como, breve recreo, ahora ceno, a dormir.
Día tras día.
En la agenda, tres instrucciones no escritas:
Marchitarse. Ser olvidado. Desaparecer.

Susto y sorpresa

María quería darle un susto a Carlos. Camino a casa compró en un bazar una pistola de broma.
En casa le apuntó con la pistola y apretó el gatillo. Un inesperado retroceso la sorprendió. Pero no tanto como a Carlos, quien yacía en el suelo mientras atravesada en su pecho una banderita ondeaba alegremente “¡BANG!”

El hombre cebolla

El hombre-cebolla tenía una capa de ropa por cada capa de defensa emocional en su corazón. Nada podía tocar su piel igual que nada podía tocar su corazón. Montaña andante de tejidos.

Hasta que un día en la revisión médica… “Oiga, este lunar parece feo, habrá que quitarlo”

Tardó 3 meses en dejar de llorar.

Invierno loco...

Invierno loco… ¿Cómo puede ser que nieva en Barcelona?
¿Tú me preguntas eso?...Já
¿Cómo puede ser que nieva en Barcelona? …Já
¿Cómo puede ser que me ames sin haberme visto?
¿Cómo puede ser que nieva en Barcelona?...Já
¿Cómo puede ser que me ames sin conocer mi voz?
Ay… Sofía
Invierno loco… sí
Amor loco… también.

La Desconocida

Envidiaba a aquella desconocida. Era perfecta. Sin canas ni arrugas. La diosa Cirugía había borrado las taras de su cuerpo. Ya no tenía huellas de dolor ni alegría.
Era un robot que reía.
Deseó ser como ella. Perfecta.

Hasta que una voz la despertó:

-Mamá, ¿qué haces hablando sola con el espejo?

Una muerte. Una vida

Cansado de la vida te arrojaste al vacio. Y mientras caías no viste tu vida en un segundo como esperabas, sino que todas las muertes de tus vidas pasadas desfilaron ante tus ojos, de tal modo que en el instante justo antes de estrellarte contra el suelo sólo pudiste exclamar: “¡Oh, no! ¡Otra vez no!”

En paz

La nieve caía lentamente, copo a copo, silenciando incluso el débil sonido de mi respiración.
Yacía en la perdida ladera, contemplando el paisaje inmaculado, en paz.
Ya no dolían pies ni manos, el entumecimiento iba ganando terreno.
La consciencia se alejaba lentamente, expulsada por el frío.
Luego todo cesó.
Soy nieve, soy frío, soy hielo.

Llave

Algo brillaba en el suelo y yo lo recogí.
- Una llave. ¿Qué podrá abrir? Te la regalo.
- ¡Anda tira eso! Que recoges cada cosa del suelo…

Desoyendo el consejo la guardé en el bolsillo. Quizá la pueda usar para abrir tu corazón.

Intrusismo laboral

¡Le habían quitado el trabajo!¡Cuánto intrusismo!
¡Pero qué pletórico se sentía ahora! Mariposas rosas le volaban en el estómago. Era el amor.

Mientras pensaba en cómo declararse a Psique, se sacó la dulce flecha de la espalda.

-Llevaré la corbata de corazones. Y le regalaré rosas.- pensó Cupido.

Nirso nos ha dejado la sugerencia de escuchar Soon, de My Bloody Valentine como fondo para nuestra lectura, asi que hemos añadido Soon, No more sorry y (When you wake) You're still in a dream :)

Si escuchas algo mientras lees y quieres sugerirnoslo no lo dudes! Si es posible lo iremos añadiendo al reproductor :)

Malta

La isla me devolvía la mirada. Los edificios de cremosa piedra caliza. El tacto de los edificios. La espuma en contraste con el añil del mar. La leche que se le echa a un té por las mañanas. El polvo ensucia mis pulcras y níveas zapatillas. Mi clara piel quemada por el brillante sol. Malta.

Tu infinito destello

No es tu abandono, más bien son mis ganas de tenerte lo que me hace un muerto viviente, porque pudriéndome a diario y sin corazón, camino frió y ausente, como quien pierde una lágrima en soledad.
Bastará con solo un pedazo de tu infinito destello para poder aunque sea, por un instante, volver a brillar.

No hay enemigo pequeño

No salía de su asombro. ¿Cómo aquel insignificante gusano había podido herirle de muerte? ¡A él! ¡Era un insulto! ¡Imposible!
Trató en vano de agrupar sus tropas. Caballeros y damas yacían inertes. Antes de que su armadura lo ahogara en sangre, aquel recuerdo último lo atravesó como una espada: un humilde peón gritando ¡jaque mate!