Atravesó el oscuro pasillo lo mas rápidamente que pudo, entró en el aseo sin levantar la cabeza, no quería verse en el espejo. Levantó la tapa del inodoro y empezó a orinar intentando no mirar tras la cortina de la ducha. Terminó y apresuradamente volvió a su cama. No era paranoico, sencillamente tenia nueve años.
Nota del autor: Todos hemos tenido nueve años...y seguramente los mismos temores. Saludos!
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