Al igual que todos los días, se sentó en el sillón y comenzó a perderse entre mares de teclas y píxels. Pero este día iba a ser diferente, pues entre pestañas, marcadores y páginas, encontró algo que le llamó la atención. Se dijo a sí mismo: “Quiero escribir”, se relajó, tomó aire, y de repente…
Eso es amor al primer parrafo y lo demas tonteria ;) Bienvenido, Laszlo!
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